Es muy importante que los agentes de seguros no solo velen por sus asegurados, sino que deben ver su propio patrimonio por igual, para no dejarlo desprotegido. Así que hablaremos de tu principal activo: tu cartera de clientes.
La cartera de clientes constituye tu patrimonio, pero cabe mencionar que, según el Reglamento de Agente de Seguros y Fianzas, como agente, solo te corresponde el derecho al cobro de las comisiones de las pólizas en las que intermediaste, y no a la cartera de clientes como tal.
Si el agente de seguros fallece, el derecho al cobro de las comisiones que hayan quedado pendientes pasa a los legítimos causahabientes, según dicta el artículo 25 del Reglamento.
Por otro lado, el Reglamento no estipula qué sucederá con las renovaciones, siniestros o solicitudes pendientes, puesto que el causahabiente puede ser cualquier persona y no es obligatorio que cuente con una cédula de agente.
Cabe destacar que cuando el causahabiente no cuenta con otra opción más que ceder la cartera de clientes para que no se pierda, en el Reglamento, en el artículo 26, dice que cuando el causahabiente elija ceder la cesión de su derecho, la aseguradora tendrá un derecho de preferencia para conseguirla, sin pagos, indemnización, contraprestación o compensación.
Asimismo, hay algunas aseguradoras que no establecen en sus contratos de comisión mercantil la probabilidad de nombrar a los beneficiarios o causahabientes; mientras que hay otros que establecen la cesión de la cartera a favor de las compañías aseguradoras en el caso de terminación contractual.
¡Protege tu patrimonio y cartera de clientes!
Es muy importante prever qué sucederá con tu patrimonio en el momento en el que no estés o sufras de alguna incapacidad, para que no se pierda y los causahabientes tengan un beneficio por tu esfuerzo del tiempo trabajado.
Presta especial atención a la excepción que menciona el Reglamento para el derecho de preferencia que mencionamos, que son los agentes persona moral, ya que así la cartera quedará en nombre de la sociedad, quedando protegida al no fallecer o quedar incapacitado.
Convertirte en agente persona moral es una forma de proteger tu legado y patrimonio. En el caso de una demanda, por mencionar un ejemplo, el afectado eres tú y tus bienes de no ser persona moral; en cambio, si lo eres, los problemas recaen en la empresa, quedando tu patrimonio a salvo.
Si quieres conocer más sobre tu carrera de agente de seguros, ¡llámanos! En Agente Total estaremos encantados de apoyarte.
